Causar un perjuicio a un vecino, que nuestro perro arrolle a una anciana o ingerir un producto en mal estado son situaciones cotidianas que a todos nos pueden pasar y para las que tenemos que estar cubierto mediante un seguro de responsabilidad civil. Los expertos de Bankinter explican el funcionamiento de estos seguros, que pueden sacarnos del apuro cuando se produce un daño económico a un tercero sin intencionalidad, por omisión o negligencia.
Dentro de los seguros de no-vida supone el 4,5% de las primas recaudadas, frente a otros como el de automóviles (33,1%), salud (22,8%) o multirriesgos (21,6%) que tienen un mayor peso, según muestran los datos de la distribución del ramo publicados por ICEA. “El reparto porcentual de primas entre los seguros de no vida no hace toda la justicia a las coberturas de responsabilidad civil, puesto que éstas se encuentran presentes en muchos ramos y modalidades de seguro”, señala Unespa en su Memoria Social del Seguro 2014.
Tipología
– Seguro de responsabilidad civil profesional : se encarga de solventar los daños causados a un tercero como resultado del propio ejercicio de la profesión (médicos, arquitectos…).
– Seguro de responsabilidad civil industrial o empresarial : responde ante los daños causados de una persona jurídica, es decir, de una empresa.
Incluye el seguro de responsabilidad civil de explotación –cubre los daños producidos por la propia actividad industrial– , el seguro de responsabilidad civil patronal– responde ante las lesiones de los empleados por el ejercicio de la actividad empresarial y es independiente del seguro de convenio de accidentes de los trabajadores– y el seguro de responsabilidad de producto –responde ante los posibles daños que pueda causar a un tercero un producto obtenido, como resultado de la actividad industrial y que resulta ser defectuoso o dañino–.
– Otros : este apartado recoge un cajón de sastre como el seguro necesario para la práctica de deportes federados (caza, judo…); el seguro de responsabilidad civil del cabeza de familia (también seguro de RC particular), que cubre daños a terceros causados en la vida diaria, como los posibles percances ocurridos por el propio uso de la vivienda, los electrodomésticos y apartados del hogar, por los animales domésticos y también por niños menores ante los que responde el titular de estas pólizas. El seguro de responsabilidad civil particular también cubre los percances ocurridos como consecuencia de la práctica de deporte federado y no federado.
Mascotas
Tener una mascota implica riesgos para los que es mejor cubrirse. ¿Imagínese que su gato salta por la ventana y cae sobre un viandante? Muchas veces, el seguro del hogar cubre los daños que nuestros animales de compañía pueden ocasionar en casa. Pero tenemos que estar preparados para lo que puedan ocasionar frente a terceros. En el caso de los perros, es obligatorio tener un seguro de RC si se posee uno de raza peligrosa –además de una licencia administrativa–. La ley deja en manos de las CCAA la obligatoriedad o no de extenderlo a todas las razas, opción por la que han optado en Madrid y País Vasco. El precio mínimo de la cobertura estatal de este tipo de seguros e es de 120.000 euros.